Parte II:

El PSTU y el PSOL rompen el CONCLAT
para desmoralizar a la vanguardia obrera brasilera

Tanto la CONLUTAS (PSTU/LIT) como la INTERSINDICAL (PSOL) llegaron al congreso de “fusión” - en el que sólo para participar cada delegado debía pagar casi R$700 (más de U$S 300) para poder ingresar al plenario que se realizó en el lujoso “Medes Convention Center”- con un mismo programa reformista. La INTERSINDICAL propuso lo siguiente: Realización de actos, asambleas, manifestaciones por el fin del factor previdenciario (fin del tope al valor de las pensiones y jubilaciones) y contra el Veto presidencial. Campaña por la reducción de la jornada de trabajo. Campaña de defensa de los servicios públicos y valorización de la Educación. Campaña contra la precarización del trabajo (asedio moral, tercerización y enfermedades del trabajo). Campaña contra la criminalización del movimiento social y sindical”.La CONLUTAS hizo lo propio presentando Una Plataforma Política para el Movimiento Sindical y Popular”, quecontempla todos los puntos programáticos de la INTERSINDICAL, junto a una serie de campañas de solidaridad internacional en general.
La propuesta hecha por la CONLUTAS fue la que se aprobó finalmente. Pero en ningún momento estas corrientes dijeron que para conquistar la más mínima de las demandas es necesario rebelarse contra la CUT, el gobierno de Lula y el régimen del Pacto Social.  Y a esto no podían decirlo porque fueron los morenistas del PSTU-LIT como los mandelistas del PSOL los que dividieron las filas de la clase obrera aislando sector por sector las huelgas salariales que tendían a enfrentar al Pacto Social. Es más, terminaron subordinándolas a la pelegada de la CUT, como sucedió en San Pablo con la huelga de 50 mil profesores del APEOESP. Por eso no es de extrañar que -horas después- en las jornadas del “Encuentro Internacional” hayan rechazado la propuesta presentada por los fabriles de La Paz (Bolivia).
 
Contra el programa reformista del PSTU y el PSOL y su servilismo para con el Pacto Social y el gobierno de Lula, los trotskistas de la Fracción Leninista Trotskista Internacional (FLTI) afirmamos que solo enfrentando a los gobiernos bolivarianos y a las burocracias sindicales que los sostienen, la clase obrera podrá imponer sus demandas y hacer que la crisis realmente la paguen los capitalistas, expropiando a los expropiadores. Para dar este combate el proletariado brasilero debe atar su suerte y su destino al combate del proletariado internacional y sus hermanos de clase del continente; lo que implica ser carne y sangre de la lucha contra los pactos contrarrevolucionarios y los gobiernos de frente popular, como el que vienen protagonizando los Fabriles de La Paz junto a los trabajadores del Magisterio de Bolivia contra la burocracia colaboracionista de Montes de la COB, que somete al proletariado boliviano al gobierno de Evo Morales y su pacto con la Media Luna fascista.
Justamente porque se niegan a luchar contra la “demagogia” de los gobiernos que posan de “izquierda” y las burocracias que los sostienen, el PSTU como el PSOL no llamaron a que este CONCLAT sea un verdadero congreso obrero y campesino, que unifique al conjunto de la clase obrera, con los 60 millones de explotados que viven del asistencialismo y los millones de campesinos pobres y sin tierra. Solo uniendo al conjunto de la clase obrera se podrá frenar el redoblado ataque, que ya dejó dos millones de obreros despedidos mientras los que aún permanecen en sus puestos de trabajo son confinados a producir el doble en ritmos de producción infernales.
Uniendo sus fuerzas el proletariado estará en mejores condiciones de enfrentar y derrotar al régimen infame del Pacto Social del imperialismo, el gobierno de Lula, la patronal esclavista y sus agentes de la burocracia pelega de la CUT. Para ello, se ha vuelto de vida o muerte organizar un único combate de los explotados que ponga en pie los comités de autodefensa para enfrentar a la represión del estado y de las guardias blancas de los “fazendeiros” y abra el camino a la Huelga General por la reincorporación de todos los despedidos, por la escala móvil de salario y horas de trabajo, por trabajo digno para todos, por la expropiación de los terratenientes sin pago y bajo control obrero, por la renacionalización sin pago y bajo control obrero de todas las privatizadas y de todas las trasnacionales y el monopolio del comercio exterior.
 
Desgraciadamente para la vanguardia combativa brasilera y del continente, tanto el PSTU como el PSOL -y todos los grupos como la LBI, la LER, PCO, T-POR, POM, etc., que le cubren las espaldas usurpando las banderas del trotskismo- se niegan a luchar por esta perspectiva, que significa impulsar al proletariado por el camino de la lucha por la toma del poder y la revolución obrera y socialista en todo el cono sur, para terminar con los padecimientos inauditos y la miseria que golpea a las masas. Esto demuestra que el planteo de luchemos “por una sociedad socialista”, como finalizaba el programa que se había acordado en el CONCLAT, no fue más que vestirse de rojo un día de fiesta, puesto que no enfrentar al régimen del Pacto Social significa no querer luchar contra el gobierno de Lula y renegar de la lucha por la revolución obrera y socialista.

EL PSTU y el PSOL rompen el CONCLAT en una disputa por el control de la “nueva” central sindical

El PSTU y el PSOL, luego de haber venido sosteniendo un mismo programa antes y durante el congreso, rompieron toda posibilidad de unidad entre CONLUTAS y la INTERSINDICAL con la excusa del “nombre de la nueva central sindical”. Pero, si ya tenían acuerdo en el programa ¿por qué se rompió alrededor de una diferencia de nombre? Los hechos no dan lugar a dudas, rompieron para desmoralizar a la vanguardia combativa. ¡Que el PSTU y el PSOL demuestren lo contrario! ¡500 delegados al CONCLAT ya dieron su veredicto: valientemente se retiraron al grito de “son los pelegos de izquierda”!
Rompieron el CONCLAT porque estaba en juego que quien dirigiera la nueva central podría garantizarse el cobro de las cuotas sindicales como descuentos compulsivo (impuestos sindicales), ya que por ley deben estar afiliadas más de 100 seccionales sindicales, cuestión solo viable con la “unificación”. Esta es otra demostración de que este congreso nada tenía que ver con la independencia de las organizaciones obreras frente al estado. Es que son enemigos de que las cuotas sindicales sean cobradas por los dirigentes al pie de las máquinas o en los lugares de trabajo. Nunca fue objetivo de los convocantes al CONCLAT acabar con el descuento compulsivos de las cuotas sindicales, para independizar a las organizaciones obreras de la tutela del estado.
El PSTU y el PSOL nada tienen que ver con el trotskismo que plantea: “Tenemos que adaptarnos a las condiciones existentes en cada país dado para movilizar a las masas no sólo contra la burguesía sino también contra el régimen totalitario de los propios sindicatos y contra los dirigentes que sustentan ese régimen. La primera consigna de esta lucha es: independencia total e incondicional de los sindicatos respecto del estado capitalista. Esto significa luchar por convertir los sindicatos en organismos de las grandes masas explotadas y no de la aristocracia obrera”. “En realidad, la independencia de clase de los sindicatos en cuanto a sus relaciones con el Estado burgués solamente puede garantizarla, en las condiciones actuales, una dirección de la Cuarta Internacional. Naturalmente, esta dirección debe y puede ser racional y asegurar a los sindicatos el máximo de democracia concebible bajo las condiciones concretas actuales. Pero sin la dirección política de la Cuarta Internacional la independencia de los sindicatos es imposible”. (León Trotsky, Los sindicatos en la era de la decadencia imperialista, Agosto de 1940).

Los renegados del trotskismo: una vez más, enemigos de la democracia obrera

Luego de la ruptura por el control de la nueva central sindical que surgiría de la unificación entre la CONLUTAS y la INTERSINDICAL, un dirigente del PSTU/LIT intervino planteando que esta ruptura en otros países, con la minoría silbando al dirigente de la mayoría, “termina a los tiros o por lo menos a los palos”, para “pintar” a este CONCLAT como el más “democrático del mundo”. Quieren ocultar que son ellos quienes en el 2002 molieron a palos para dirimir diferencias políticas a militantes del Partido Causa Operaria (PCO) en un 1° de Mayo. De la misma forma actuaron contra el “Comité por el Voto nulo” en San Luis, Maranhão, Brasil, en el 2008: mandaron a Quilombo Urbano a moler a palos a los integrantes de dicho Comité porque levantaban una política diferente a la del PSTU frente a las elecciones. Raro congreso “democrático” el del CONCLAT, que dice que levanta los métodos de la democracia obrera, de la moral y los principios de clase y sus dirigentes siguen guardando un vergonzoso silencio sobre el ataque al “Comité por el voto nulo”. ¡Siempre apaleando trabajadores y jamás a un solo burócrata de la CUT o Fuerza Sindical!

Como en los planes del PSTU y el PSOL estaba poner en pie una central sindical tan estatizada como la CUT, es que el CONCLAT nada tuvo que ver con la tradición de la “democracia de los trabajadores en lucha” que conquistó la vanguardia combativa poniendo en pie los “comité de fábrica” y los “comandos de huelga”, que hicieron temblar a la dictadura a fines de la década del ´70. Contra el PSTU y el PSOL ya se levantó el Programa de Transición que dice: “las secciones de la IV Internacional deben esforzarse constantemente no sólo en renovar el aparato de los sindicatos proponiendo atrevida y resueltamente en los momentos críticos nuevos líderes dispuestos a la lucha en lugar de funcionarios rutinarios y carreristas, sino también de crear en todos los casos en que sea posible, organizaciones de combate autónomas que respondan mejor a los objetivos de la lucha de masas contra la sociedad burguesa, sin arredrarse, si fuese necesario, frente a una ruptura abierta con el aparato conservador de los sindicatos”. (Programa de Transición, 1938).
Lamentablemente el CONCLAT divide a la clase obrera y limita sus fuerzas, porque crea una nueva central sindical -en un acuerdo por arriba de las direcciones de los aparatos- con un programa de sometimiento a la burguesía nativa que es enemigo de la lucha por la democracia directa. Por eso el CONCLAT no fue llamado a ser impulsado por miles de Comités de fábrica de ocupados y desocupados y piquetes de huelga que barrieran a la burocracia pelega de todas las organizaciones obreras; tampoco por asambleas de base de todas las fábricas y establecimientos donde participen y voten sus delegados los millones de obreros que dicen representar, tanto la CONLUTAS como la INTERSINDICAL. Mientras por otro lado, los renegados del trotskismo no levantaron jamás en el CONCLAT la lucha por la revocabilidad de los dirigentes y delegados por simple mayoría en las asambleas de base. Justamente porque el PSTU es enemigo de esta política, usa los “palos” contra sus disidentes políticos para que las corrientes obreras no se expresen libremente, porque con “palos” se  defienden a burócratas de las centrales sindicales que viven con privilegios y no quieren saber nada con volver a trabajar.

¡Hay que reagrupar al proletariado brasilero, para enfrentar a la burocracia pelega, al gobierno y su régimen infame del Pacto Social!

La vanguardia de los trabajadores de Brasil que veían a este congreso de “unificación” como un paso de reagrupamiento de la vanguardia obrera, vio sus justas aspiraciones frustradas por el accionar de estas direcciones. Es que el congreso "unitario" nunca existió. Más de 500 delegados de los 3000 que tenía el congreso al ver la pelea de la burocracia de CONLUTAS y la INTERSINDICAL, se levantaron y se fueron de este congreso al grito de ¡son los pelegos de izquierda!”.
   Los 500 delegados, que enfrentaron el claro objetivo del PSTU y el PSOL de desmoralizar a la vanguardia combativa, no pueden seguir aislados. No se puede dejar en manos de la CONLUTAS y la INTERSINDICAL la tarea inmediata de unir las filas obreras. Ellos han demostrado no querer hacerlo. Contra ellos el proletariado brasilero debe ponerse de pie e imponer la ruptura de la organizaciones obreras con la burguesía, el gobierno de Lula y el régimen del Pacto Social, para ello necesita un verdadero congreso nacional de delegados de base de obreros ocupados, desocupados, campesinos pobres y estudiantes combativos, que barra con la burocracia de la CUT e imponga la Huelga General, luchando  por: Para frenar el ataque de los capitalistas y su gobierno hay que luchar por: ¡Abajo el "Pacto Social" del imperialismo, Lula, la patronal esclavista, el PT y la CUT! ¡Abajo la burocracia pelega de todo color y pelaje! ¡Hay que desconocer los acuerdos salariales y el Pacto de Acción Sindical firmado por la CUT, Fuerza Sindical, CTB, CGTB y UGT, y llamar a la clase obrera y los explotados a desacatarlos! ¡Hay que preparar una huelga general para enfrentar a este gobierno esclavista!
Para que surja un verdadero congreso de lucha hay que imponer: ¡Basta de sometimiento a las leyes de la burguesía, a sus parlamentos y al régimen infame! ¡Votemos la ruptura en todas las organizaciones obreras de toda atadura con la burguesía y marchemos a un verdadero congreso de unidad de la clase obrera! ¡Los trabajadores nos organizamos como queremos! ¡Fuera las manos del Estado, abajo las conciliaciones obligatorias del Ministerio de Trabajo! ¡Abajo la cuota compulsiva! ¡Por comités de fábricas que unan a trabajadores ocupados y desocupados en un mismo combate contra la burocracia pelega y el gobierno de Lula!
Para comenzar a unir las filas de los trabajadores: ¡Reincorporación inmediata de los dos millones de despedidos, trabajo digno para todos y escala móvil de salarios y horas de trabajo para todo el movimiento obrero brasilero ya! ¡Abajo los planes de beneficencia! ¡Pase a planta permanente de todos los contratados! ¡Salario acorde a la canasta básica indexado según la inflación y que esta sea medida por las organizaciones obreras!
Para que la clase obrera y los explotados vivan el capitalismo debe morir: ¡Ocupación y expropiación, sin pago y bajo control obrero, de todas las empresas que cierren, suspendan o despiden! ¡Queremos la expropiación de las fábricas que dan ganancia y tienen la más alta tecnología! ¡Expropiación sin pago y nacionalización bajo control obrero de todos los monopolios de la rama automotriz como Ford, VW, Fiat, etc.! ¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero de la Petrobras, Embraer, Vale y todas las empresas privatizadas y por el monopolio del comercio exterior! ¡Abajo el secreto comercial y bancario! ¡Apertura de los libros de contabilidad y de las cuentas bancarias del conjunto de la patronal, para demostrar que los patrones con la ruleta financiera y los subsidios entregados por Lula, fugaron millones de dólares, mientras los trabajadores y el pueblo pobre lo pagan con cierres, despidos, suspensiones, rebaja salarial y represión a sus luchas!
Para que haya salario y trabajo, hay que romper con todos los pactos y acuerdos que atan la nación al imperialismo: ¡Los 200 mil millones de dólares de las “reservas” del Banco Central son de los trabajadores y de los campesinos pobres! ¡Expropiación sin pago de la banca, comenzando por el City Bank, HSBC, Itaú, el Santander, etc.! ¡Por una banca estatal única bajo el control de los trabajadores, para dar créditos baratos a los campesinos y sin tierra, a la clase media arruinada, a los trabajadores, el pueblo pobre y condonarle las deudas! ¡No al pago de la deuda externa para garantizar salud y educación para los trabajadores y el pueblo pobre! ¡Expropiación sin pago de la educación privada y de la Iglesia! ¡Impuesto progresivo a las grandes fortunas!

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